La oxigenoterapia está cogiendo forma este último tiempo, y aunque comúnmente se han utilizado los tanques de oxígeno, los concentradores empiezan a coger nombre. Pero, ¿cuál de estas dos vías es la mejor? ¿son igual de seguras? ¿cuál es es la diferencia exacta entre tanque de oxígeno y concentrador de oxígeno? En este artículo pretendemos dar respuesta a todas tus preguntas sobre estas dos herramientas.
Que és un tanque de oxígeno y un concentrador
Empecemos por el principio. Es importante entender qué diferencia hay entre tanque de oxígeno y concentrador. Pues bien, para llevar a cabo un tratamiento de oxigenoterapia, que se suele utilizar para tratar enfermedades respiratorias, se usan dos mecanismos, o bien los tanques de oxígeno que ha sido la forma más común desde hace mucho tiempo, o bien los concentradores que son un mecanismo mucho más moderno, y aunque lo nuevo siempre asusta, te vamos a mostrar como no tienes porqué preocuparte, ya que esta herramienta también es eficaz, segura, económica y más práctica.
Los tanques de oxígeno, o también conocidos como cilindros, son un recipiente de almacenamiento de oxígeno, tanto bajo presión en tanques de gas, como oxígeno líquido en tanques de almacenaje, por tanto se trata de dispositivos con cantidad limitada de oxígeno. Para proporcionar oxígeno al paciente, se suele administrar mediante una mascarilla o boquilla nasal, regulando la cantidad de oxígeno que se necesita.
Por otro lado, los concentradores de oxígeno son unos aparatos en forma de caja, que absorben el aire del ambiente, lo filtran, dejando pasar al usuario, únicamente oxígeno puro, mediante una boquilla nasal o una mascarilla. Estos dispositivos van conectados a una toma de corriente, por tanto el oxígeno es ilimitado.
Características propias de cada equipo
Seguramente te estés preguntando qué diferencias existen entre cada uno de los dispositivos, ya que aparentemente, los dos realizan la misma función, proporcionar oxígeno puro, y por las mismas vías, con una mascarilla o boquilla nasal.
La principal diferencia que hay entre ambos es su durabilidad, los tanques de oxígeno son limitados, deben recargarse constantemente. Para que te hagas una idea, en promedio, para una dosis baja de 1 litro por minuto, el tanque portatil de 682 litros, puede durar 11 horas, aunque para los casos de tanques grandes que pueden llegar a tener la capacidad de 6 mil litros, puede durar hasta 100 horas, siempre dependerá de la cantidad que tu médico te recete, y en cambio, los concentradores solo necesitan estar conectados a una toma de corriente, y al coger el aire del ambiente, su fuente de energía es inagotable. No necesita recargas, únicamente estar conectado a la luz, aunque también podrás encontrar concentradores portátiles, que te permitirán salir de casa sin necesidad de estar conectados, pero de estos últimos hablaremos más tarde.
Los tanques de oxígeno es más común usarlos en hospitales, clínicas y paramédicos, se utilizan para terapias respiratorias, para reanimar pacientes, en cuidados intensivos o para colocar anestesias, entre otros. En cambio los concentradores suelen usarse más en casa, ya que lo puedes utilizar de forma autónoma, sin la revisión constante de un médico, ya que son fáciles de usar y mantener.
Otra de las diferencias importantes que poseen estos dos dispositivos, es que los tanques entregan oxígeno en un flujo continuo, mientras que los concentradores, tienden a variar la administración de dosis de oxígeno, según el diseño o función del dispositivo que se esté utilizando, para que lo entiendas de forma más simple, los concentradores cuentan con un sistema que regula la salida de gas, es decir lo suministra solamente cuando inhalas. Existen algunos modelos que aplican las dosis de oxígeno dependiendo del pulso del paciente, que en muchos casos es el óptimo en tratamiento de oxigenoterapia, ya que te aporta la cantidad exacta que necesitas, ni más, ni menos.
El mantenimiento de ambos se realiza de forma ocasional, los concentradores no necesitan recarga así como los tanques si, por lo que el proceso de revisión se hace únicamente a los filtros y a su sistema de funcionamiento, lo que aumenta su vida útil hasta los 7 años, si se usa diariamente.
Diferencias entre tamaño y portabilidad
Los concentradores pueden ser de diferentes tamaños, peso y durabilidad. Actualmente existen diferentes tipos de concentradores:
- Los concentradores estacionarios, que pueden llegar a pesar hasta 27 kilos, pero tranquilo, cuentan con ruedas para que puedas transportarlos sin problema. Estos dispositivos pueden proporcionar hasta 10 litros de oxígeno por minuto.
- Los concentradores portátiles, que cuentan con una batería recargable, y su peso oscila entre los 2,5 kg, lo que te proporcionará mucha más facilidad para transportarlo, permitiéndote moverte sin necesidad de estar conectado a ninguna toma de corriente. Por su parte, cada modelo de este tipo de concentradores puede presentar una entrega distinta de oxígeno, pero el promedio es de 3 litros por minuto.
En cuanto a los tanques o cilindros de oxígeno, su tamaño varía dependiendo de su uso. Los más conocidos son los de uso domiciliario, que pueden tener una capacidad de hasta 6000 litros, con un peso de unos 55 kg, mucho más pesados que los concentradores. Y los tanques para transporte tienen una cantidad de 682 litros, y cuentan con una canasta y ruedas para que puedas moverlo sin dificultad, con un peso de unos 4 kilos.
Pureza del oxígeno
Otra de las diferencias entre los tanques y los concentradores es la pureza del oxígeno que proporcionan. El oxígeno contenido dentro de los tanques tiene una pureza del 99,5%, sin embargo, este se puede ver contaminado por residuos del tanque, y por tanto su pureza real se queda entre el 96% y el 97%. Por otro lado, los concentradores poseen entre un 93% y un 96% de oxígeno puro.
Ventajas de los concentradores de oxígeno
Vamos a lo importante, seguramente has elegido leer este artículo con la finalidad de conocer cuál de las dos opciones es mejor, y aunque ya te hemos enseñado las diferencias que existen entre los dos dispositivos para que conozcas detalles sobre ellos, queremos mencionar algunas de las ventajas de los concentradores portátiles.
- Los tanques de oxígeno son voluminosos y pesados, mientras que un concentrador portátil está diseñado para que puedas transportarlo con facilidad, y la pureza del oxígeno es igual a la del tubo de oxígeno, a pesar de que ambos dispositivos tienen tamaños muy distintos.
- Con un concentrador de oxígeno, nunca te quedarás sin oxígeno, cuentan con una cantidad ilimitada, solo necesitas batería o estar conectado a la corriente.
- Otra de sus ventajas, es el coste. Los tanques hay que sustituirlos de forma periódica o hacer recargas de oxígeno, lo que te resultará molesto, pero también costoso. Para que te hagas una idea, una persona que necesita dos litros por minuto, puede que en un mes necesite 3 o 4 recargas. Mientras que con la compra de un concentrador, lo podrás utilizar de forma continua sin necesidad de estar atentos para hacer recargas, y aunque su coste al principio puede parecer más caro, si echas cuentas, a la larga te resultará mucho más económico.
- Por último, los tanques de oxígeno pueden ser un riesgo si el oxígeno llega a filtrarse en el lugar de uso, dejando el ambiente potenciado de oxígeno, por lo que aumenta el riesgo de incendio. Por su parte, los concentradores son dispositivos mucho más seguros, porque aportan dosis controladas y crean oxígeno según la necesidad del paciente, eliminando la preocupación de fugas en el ambiente.
Ahora que conoces las diferencias entre ambos dispositivos, y algunas de las ventajas de los concentradores, es importante consultes con tu médico cuál de las dos opciones se adapta mejor a tu tratamiento, ya que él conoce mejor tu caso, y como habrás podido comprobar, ambos dispositivos van a poder proporcionarte el tratamiento de oxígeno que tu cuerpo necesita.
