Si estás leyendo este artículo seguramente sea porque recientemente te has comprado un concentrador de oxígeno, o tienes pensado hacerlo, y te preocupa cómo mantenerlo. Un concentrador con un buen mantenimiento puede durar más de 7 años, así que si quieres sacarle el mejor partido al tuyo, quizá te interese leer las siguientes líneas.
Descripción de un concentrador para realizar bien su mantenimiento
En general, independientemente de la marca, tamaño y diseño de tu concentrador, todos están programados para funcionar del mismo modo. El concentrador, alimentado por electricidad, concentra el oxígeno a partir del aire del ambiente. Su proceso es común para todos:
- Primero absorbe el aire atmosférico que pasa por un filtro de partículas gruesas para luego enviarlo al compresor.
- El aire a presión atraviesa un intercambiador térmico para reducir la temperatura antes de pasar por los filtradores moleculares, que contienen zeolita, un mineral que a presiones elevadas absorbe el nitrógeno, limpiando así el aire, convirtiéndolo en oxígeno puro.
- Se abren entonces unas válvulas para que el oxígeno pase y se acumule en un depósito, desde donde se puede usar un flujómetro para la liberación dosificada y continua de oxígeno.
- Tras este proceso, el aparato mediante un tubo conectado al dispositivo y a tu nariz, empieza a dosificar el oxígeno, dependiendo de la cantidad que te hayan recetado.
Productos de limpieza para el mantenimiento preventivo de tu concentrador de oxígeno:
Partes de un concentrador
Una vez conocido su funcionamiento, vamos a ver todos los componentes de un concentrador:
- Su parte más grande es la caja, donde se alojan todas las partes internas que no ves.
- Filtro de partículas gruesas. Este es el encargado de filtrar las partículas gruesas y así prolongar la duración del filtro de entrada.
- Filtro de entrada del compresor. Filtra las partículas más finas.
- Compresor. Aumenta la presión del aire y lo bombea al sistema.
- Ventilador. Hace circular el aire y enfría el compresor.
- Intercambiador de calor. Dispersa el calor generado por la compresión de los gases.
- Circuito de control. Analiza el estado del sistema y controla las válvulas y el compresor.
- Conjunto de válvulas. Controla los procesos de flujo de gas del tamiz y el conducto de escape.
- Tamices. Separan los gases de la entrada y salida del aire
- Silenciador del escape. Expulsa y amortigua el ruido del aire rico en nitrógeno y lo devuelve al ambiente.
- Tanque del producto. Acumula el gas para producir un flujo estable y continuo.
- Flujómetro. Controla la velocidad del flujo de salida.
- Filtro del producto. Elimina las partículas de la corriente del producto.
- Humidificador. Humidifica el gas de salida antes de ser inhalado.
- Monitor de oxígeno. Te avisa cuando la concentración de oxígeno disminuye y está por debajo del nivel fijado.
Limpieza y descontaminación del concentrador de oxígeno
Antes de ponerte a limpiar tu concentrador, es importante que leas las instrucciones del fabricante y respetes sus recomendaciones. Llevar a cabo la limpieza de tu dispositivo no te va a llevar mucho tiempo, y vas a poder hacerla de manera fácil y segura, ya que no se necesita ninguna capacitación especial. Sigue estas instrucciones, y verás que es mucho más simple de lo que crees.
Lo primero es limpiar la caja, debes hacerlo frecuentemente, por ejemplo todas las mañanas antes de conectarlo, con un paño un poco humedecido, recoge todo el polvo para que no obstruya los filtros.
Si la habitación donde está colocado el aparato es particularmente polvorienta, es recomendable que al menos dos veces por semana, limpies el filtro de partículas gruesas. Para ello debes saber cómo extraerlo, para lavarlo, secarlo y volver a colocarlo. Por lo general el filtro lo puedes limpiar con un detergente suave, lo enjuagas con agua limpia, lo dejas secar y lo vuelves a colocar. No te preocupes si necesitas utilizar el oxigenador continuamente, porque todos vienen con un filtro de repuesto que puedes utilizar mientras limpias el otro. Por otro lado, si observas que el filtro empieza a deteriorarse deberás comprar otro.
Por su parte, los humidificadores deben llenarse todos los días con agua limpia, y una vez a la semana, puedes dejarlo a remojo unos 15 minutos con un blanqueador de cloro.
Por último, los fabricantes suelen recomendar no reutilizar las puntas nasales, pero si vas a reutilizarlos puedes hacerlo de forma segura, limpiándolas con agua y jabón neutro, y dejándolas a remojo con blanqueador de cloro. Luego las aclaras con agua limpia y las dejas secar para poder volver a utilizarlas.
Repuestos para la reparación y mantenimiento de tu concentrador de oxígeno:
Mantenimiento definitivo de un concentrador de oxígeno
Está demostrado que los concentradores de oxígeno pueden durar hasta siete años o más, si llevas a cabo un buen mantenimiento y realizas las reparaciones apropiadas. Para sacarle el máximo partido a tu concentrador, es importante que tengas ciertos cuidados, a continuación te damos algunas pautas para que puedas mantenerlo en óptimas condiciones.
- Asegúrate de que el aparato se mantiene limpio, no acumules polvo, suciedad u otros residuos, como te comentábamos anteriormente, puedes usar un paño seco o ligeramente húmedo para limpiar la máquina.
- De vez en cuando, échale un ojo a los filtros de partículas, ya que estos son los que más polvo recogen y los que más cuidados van a necesitar para que tu concentrador funcione correctamente.
- Asegúrate de que el aparato funciona unas diez horas al mes, porque esto te asegurará que los lubricantes continúen moviéndose y el lecho de tamiz permanezca activo.
- Cambia la cánula mensualmente, es decir el tubo que conecta el aparato con tu nariz, así como cualquier tubo adicional.
Si sigues estos pasos, te podemos asegurar que tu concentrador no tiene porqué tener ningún problema, y podrás usarlo para llevar a cabo tu tratamiento sin ninguna dificultad.
Mantenimiento de los concentradores portátiles
Como seguramente ya sabrás, las máquinas concentradoras de oxígeno pueden ser de dos tipos, estacionarios o portátiles. El mantenimiento para los concentradores portatiles es igual que el anterior, pero si posees uno, deberás llevar a cabo algunos pasos adicionales.
Por un lado, ejecuta la batería de forma trimestral hasta el final, y luego recárgala completamente antes del próximo uso, esto evitará problemas de memoria a la batería y te garantizará una larga vida útil de la batería. En el caso de que tengas varias baterías para tu concentrador, ve rotándondolas para darle uso a ambas.
Además, intenta mantener las baterías cargadas en un lugar fresco, seco y oscuro. Usa el concentrador portátil con regularidad, de forma que sepas que vas a utilizar la batería por completo, y recargala cuando sea necesario.
Si en tu caso, vas a utilizar el generador de oxígeno portátil para viajar y no para el uso diario, deberás tener en cuenta que funcionan mejor cuando se ejecutan con frecuencia, por eso te recomendamos que dos meses antes de tu viaje lo pruebes, para asegurarte que funciona correctamente, ya que uno de los principales problemas por los que las personas usuarias de los concentradores acuden al servicio de mantenimiento, es por un almacenamiento prolongado.
En definitiva, un mantenimiento periódico a tu concentrador de oxígeno, optimizará su tiempo de uso y su funcionamiento. Y recuerda, que cualquier problema que puedas tener con tu aparato, todos los equipos cuentan con un servicio de mantenimiento, para poder adquirir piezas de repuesto, pero en principio si sigues los pasos de mantenimiento y llevas a cabo una limpieza frecuente de tu aparato, no debes porque tener ningún problema. Y no olvides seguir las instrucciones y recomendaciones del fabricante de tu concentrador.