Te han hablado de la oxigenoterapia o puede que incluso te la hayan recetado, y aunque su nombre asusta, desconoces qué es, para qué se usa, cómo se puede utilizar y si verdaderamente es una terapia eficaz y segura. En este artículo pretendemos dar respuesta a todas tus preguntas acerca de la terapia de oxígeno para que conozcas perfectamente qué es este tratamiento que pondrá por las nubes de nuevo a tu salud.
Qué es la oxigenoterapia
La oxigeno terapia, como su nombre indica, es un tratamiento que te proporciona oxígeno puro suplementario para oxigenar los pulmones y se deben dar una serie de indicaciones para llevarla a cabo. Aunque actualmente se le dan varios usos, lo más común es utilizarla para tratar la hipoxemia, es decir, los niveles bajos de oxígeno en la sangre. Esto ocurre cuando existe un problema relacionado con la respiración o la circulación de la sangre, y puede provocar distintos síntomas, como dificultad para respirar.
Para evaluar la presencia de hipoxemia, se suele hacer mediante una muestra de sangre, donde se mide el nivel de oxígeno, o también mediante un pulsioxímetro, es decir, un dispositivo pequeño que se coloca en uno de tus dedos y mide la saturación de oxígeno. Los niveles más comunes de oxígeno en la sangre, normalmente, suelen ser de 75 a 100 milímetros de mercurio, por tanto, los valores inferiores a 60 mm Hg, suelen indicar que tu cuerpo necesita oxígeno complementario. ¿Y cómo se te proporciona oxígeno complementario? Correcto, mediante la oxigenoterapia.
Tras una estadía en el hospital por haber padecido diferentes tipos de enfermedad, ya sea una neumonía, insuficiencia cardíaca, es posible que vuelvas a casa con la oxigenoterapia como receta médica para practicar en el hogar. Los aparatos más comunes para administrar oxigenoterapia suelen ser dos, o bien tanques de oxígeno, o bien con concentradores de oxígeno. Actualmente, la forma más segura y cómoda de llevar a cabo el tratamiento es mediante un generador de oxígeno.
Máquinas para hacer oxigenoterapia en casa
Un concentrador de oxígeno puede ser portátil o fijo. Es un aparato médico en forma de caja, que recoge el aire del ambiente y lo transforma en oxígeno puro. Los oxígenos portátiles son una opción muy cómoda y autónoma, que te permitirá seguir con tus actividades dentro de casa, ya que es fácil de transportar. Proveen oxígeno las 24 horas y los tubos que van conectados a tu nariz y al aparto son lo suficientemente largos como para que puedas moverte sin impedimentos dentro y fuera de casa.
Recuerda que siempre debes utilizar la opción que tu médico te recomiende, ya que dependiendo de tu caso, será mejor una u otra. En ningún caso utilices la terapia de oxígeno sin una receta médica pues puede hacerte más daño que bien, como dañarte los pulmones.
Beneficios del tratamiento de oxigenoterapia
Está demostrado que las personas que utilizan una terapia con oxígeno domiciliaria de forma correcta en tiempo y dosis, tienen una serie de beneficios. Así que sí has recibido o vas a recibir este tratamiento, quizá te interese saber que la oxigenoterapia:
- Mejora la calidad de vida, incluso la prolonga
- Mejora el sueño, el estado de ánimo y la memoria
- Reduce el esfuerzo respiratorio
- Reduce la carga de trabajo del corazón
- Aumenta tu energía y por tanto tus habilidades para realizar las actividades
- Fomenta la regeneración de las células
- Reduce los ingresos hospitalarios y visitas de urgencia
¿Cómo se suministra el oxígeno en terapia?
Por otro lado, también te interesará saber que las vías más comunes que se utilizan para administrar el tratamiento, suelen ser:
- Mascarillas de oxígeno simples o de respiración
- Sistemas de bajo flujo, que son recomendables en los casos donde necesitas pocas concentraciones de oxígeno, y por tanto no te cubren la boca, ni las fosas nasales, es un dispositivo que te colocan como si fueran unos auriculares
- Cánulas o boquillas nasales que pueden ser de alto flujo o de bajo flujo, se utilizan para que el oxigeno circule al realizar la terapia.
- Cámara hiperbárica
- Cuna de oxigenación para neonatos
En este vídeo un equipo de enfermeras te explican lo que es la oxigenoterapia y de qué formas se suministra:
Medidas de seguridad para la oxigenoterapia en casa
A la hora de administrar un tratamiento de oxigenoterapia debes tener varias cosas en cuenta, ya que el oxígeno no es un gas inflamable pero puede facilitar que ardan otras materias. Por eso te recomendamos que evites estas situaciones, tanto si te lo van administrar en el hospital, como en tu casa:
- Es importante que no fumes en la misma habitación donde se encuentra el aparato.
- No coloques el aparato cerca de fuentes de calor.
- Airea la habitación a menudo.
- Para transportar el equipo, hazlo de forma vertical.
- Los orificios nasales debes mantenerlos limpios.
- Sigue siempre las recomendaciones de tu médico, así como nunca modifiques la cantidad de oxígeno preinscrita.
- Las alargaderas que conectan las gafas nasales con el aparato, no pueden sobrepasar los 17 metros.
Además, es recomendable que no guardes el oxígeno en un baúl o cuarto pequeño junto a otros líquidos que puedan prenderse fuego, como los productos de limpieza.
Artículos que te harán más fácil la oxigenoterapia
Señales de que puedes necesitar oxigenoterapia
Si tienes alguno de los siguientes síntomas, quizá lo mejor sería ponerte en contacto con tu médico lo antes posible para que analicen de donde proviene, y qué tratamiento te será más eficaz, como puede ser el caso de la oxigenoterapia. Algunos síntomas pueden ser:
- Dificultad para respirar que empeora tras hacer un esfuerzo leve o al descansar.
- Dificultad para respirar que empeora al hacer una actividad física.
- Despertarte repentinamente con dificultad para respirar o con la sensación de que te estás ahogando.
- Dificultad para respirar de forma grave, que aparece de forma repentina y te afecta para hacer las actividades de tu día a día.
- Dificultad para respirar, acompañada de tos, el latido de tu corazón va acelerado y retienes líquidos.
Oxígeno en el hospital
La oxigenoterapia como uso terapéutico se puede administrar de varias formas y, dependiendo de tu caso, será más adecuado un dispositivo u otro. Lo recibes solos si un profesional de la salud te receta el tratamiento. La puedes obtener o bien acudiendo al hospital o en casa. Las dos opciones más comunes en hospital son:
- La oxigenoterapia normobárica: Esta opción se suele utilizar en centros médicos, donde se suministra el oxígeno en diferentes concentraciones, normalmente entre el 21 y el 100%. Se te administra mediante boquillas nasales o mascarillas.
- La oxigenoterapia hiperbárica: En este tipo de tratamiento, se suministra el 100% de concentración de oxígeno. En este caso, se utiliza la mascarilla o el casco, mientras el paciente está en una cámara hiperbárica, que viene siendo como una caja de acero y ventanas transparentes donde se encuentran sensores que avisan de los niveles de concentración de oxígeno en cada momento, para que el especialista lo pueda controlar.
- Oxigenoterapia en situaciones graves: Se aplica a paciente en estado crítico para asegurar que la persona recibe oxígeno mediante mascarillas con reservorio.
Cuídate y cuida tu salud
Recuerda que es importante mantener buenos hábitos, independientemente de que estés con un tratamiento de oxigenoterapia o no, pero aquí te dejamos algunas recomendaciones que te pueden ayudar a mejorar en tu tratamiento:
- Si fumas, déjalo ya. El tabaco es una de las principales causas de las enfermedad pulmonares, así que si ese es tu caso lo primero que debes hacer es dejar de fumar.
- Si a tu alrededor fuman, aléjate. Si estás en entornos y lugares con personas que fuman, el humo que inhalas de los cigarrillos ajenos también puede producir daños a tus pulmones, así que lo mejor será que pidas que mantengan una distancia de seguridad para encender sus cigarrillos.
- Muévete, haz ejercicio de forma regular, no es necesario apuntarte al gimnasio de tu barrio, pero empieza dando paseos, sal a correr, apúntate a clases de baile, padel, fútbol, tenis, crossfit, lo que más te apetezca, pero llevar una vida activa va a mejorar tu capacidad y resistencia pulmonar.
- Realiza de forma periódica ejercicios de respiración, apúntate a yoga o meditación, o busca ayuda para conocer qué ejercicios te pueden venir mejor para mejorar tu respiración.
- Intenta comer sano, de vez en cuando tómate un capricho, pero lo mejor para tu cuerpo será comer alimentos saludables y beber mucha agua.
Así que recuerda: mantener una rutina saludable alarga la vida y te ayuda a mejorar tu salud en el caso de que tengas que recibir un tratamiento de oxigenoterapia, e incluso evitará que lo necesites.